Nota del editor: Sr. lector, que no le llame la atención si no encuentra en ninguno de los medios tradicionales cierta información que aquí se vierte, aún cuando los hechos consignados son de público conocimiento y el juicio es oral y público, por lo tanto usted puede verificarlo acudiendo al debate en los días que éste se realiza.
Día 3, el defensor Jorge Larrea tomó la palabra para referirse a las amenazas pronunciadas en mi contra por el abogado Palmieri. Por otro lado deshechó la vinculación hecha por la querella en cuanto a las supuestas apedreadas en la casa de Palmieri por parte de sectores vinculados a Juan Manuel Aguirre Taboada.
Los supuestos artífices del hecho se desvincularon en una declaración emitida por canal 26 de Capital Federal.
Qué extraño que un medio de Buenos Aires les haya dado espacio para emitir declaraciones cuando los medios regionales no lo hicieron.
Primer testigo del día: Oficial principal Uribe (Quien desempeñó uno de los cargos principales en la comisión investigativa del hecho).
En el momento del asesinato de Ana Zerdán, éste se encontraba de franco y fue convocado por el Subcomisario Héctor del Valle Vega. Realizó y firmó al menos veinte informes.
El Tribunal le sugirió a Uribe que detallara lo que recordaba del hecho, a lo que éste respondió que no recordaba demasiado debido al tiempo transcurrido, pero que se le preguntara que él lo iía recordando. Paradójicamente su memoria empezó a brillar cuando el abogado querellante interrogaba, dando muestras de una gran capacidad de retrospección. Con pelos y señales no olvidó nada.
Detalló las supuestas deudas de mi padre, haciendo hincapié en un crédito del Banco Hipotecario que Juan Carlos Aguirre habría obtenido con el fin de pagar una deuda de trabajo. Parece que el oficial principal no resultó ser un gran investigador, ya que en el informe emitido por el banco queda bien en claro que el crédito estaba otorgado a Ana Zerdán y que ella lo usó para pagar su casa particular.
Luego habló de la señora Santarelli, quien atendía el bufet del Policlínico Modelo ubicado a metros del laboratorio. En su momento la señora declaró haber visto a Juan Manuel Aguirre Taboada entrar al sanatorio y preguntar por un baño, y que lo notó visiblemente nervioso. El principal Uribe omitió agregar que la testigo fue citada para una ronda de reconocimiento en enero del 2001, en la cual no pudo identificar a Juan Manuel Aguirre Taboada.
También se le preguntó acerca de los dichos del dr. Schoua, acerca de las palabras que según él vertió Juan Calros Aguirre "entraron por ahí", en alusión a la ventana del laboratorio que daba a un patiecito interno; los cuales Uribe confirmó. Al ser iquerido sobre si recordaba la cinta con la cual la persiana se acciona, éste respondió que no podía precisarla ya que él no la vió, y que ésa no había sido su tarea.
Al preguntársele acera de si se había hecho un levantamiento de huellas sobre dicha cinta, éste dijo que tal tarea no se dispuso.
Así se sucedió el interrogatorio donde la sorprendente memoria selectiva de Uribe, recordaba con pelos y señales los detalles en cada pregunta de la parte querellante, pero al ser consultado por la defensa, sorpresivamente olvidaba todo.
curioso fue cuando el dr. Larrea le preguntó acerca de un dato que consta en el expediente, en el cual se cita un viaje en taxi efectuado por un ciudadano desde Cipolletti hacia la ciudad de Neuquén, en la noche del asesinato, donde se detalla que el pasajero llevaba sus manos manchadas de lo que presumiblemente serían rastros de sangre. Uribe respondió que no se pudo dar con el paradero del mencionado NN, como así tampoco se pudo establecer su identidad, y que no se realizó una pesquisa ya que no se consideró importante la información vertida.
Otra cosa: ¿cómo puede ser que uno de los investigadores más importanes de la causa haya dicho que el socio de Ana, Roberto De la Vega, vivía a la vuelta de la casa de ella (a cincuenta metros, dijo el testigo), cuando ambas casas son linderas y comparten la medianera?, ¿qué clase de investigador es Uribe?
¿Quién desconocía que se hubiesen hecho o no pruebas de ADN?
En fin...
Testigo comisario Mendez, jefe de gabinete de criminalística de Gral. Roca.
Encontró correspondencia con la huella de J. C. Aguirre aunque no hizo referncia a ningún tipo de cicatrices. Basándose en el informe del operador de rastros Cabo Torres, advierte que puede haber rastros de sangre en la huella que le fue remitida, pero también dice que el estudio para determinarlo no fue realizado por su gabinete.
Ante la pregunta del defensor acerca de si él podía confirmar que la mancha de color rojo era sangre, declaró que no, que no podía afirmarlo, que él sólo trabajó sobre la comparación de huellas, a lo cual el abogado defensor dijo "no más preguntas, señor juez."
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