lunes, 5 de noviembre de 2012

Argentina, mala vida me estás dando




Todo sigue dando vueltas

un poco mas de nada, y por nada sigo aquí.
Hoy lo llamé a mi padre, 
le pasé la mala nueva como se traga un mate lavado.
¡Jaque!... nos han dicho otra vez, 
pues desde este lado hijos de puta 
siempre habrá yerba dispuesta para empezar el amargo día.

Así es como te despierta el insulso:

A gritos! para darse vida, y aunque nunca lo sepa, el ya ha despertado.
Qué decirle por teléfono a mi padre?
Desde julio viene maltrecho, carga 2 comas respiratorios
y mas de 40 días en sanatorios.
"Papá, vamos a juicio de nuevo", cuando se lo dije ni gritó ni puteó,
sólo un  largo y anciano quejido de viejo.
El tipo, mi padre, no lo sabía, 
pero ahora está de nuevo 
conmigo,
flotando en este choto cerote de mierda
llamado Justicia humana argentina.

Una vez mas el cadalso, su proximidad; 

aquí en esta causa -como muchas-
los ñatos se creen vivarachos y el falso se siente rey
Me acongoja esta marea de peros, tan amantes del negativo
cagones amantes del No.
En el caso Zerdan, son tantas y estranguladas las decisiones jurídicas
que se me han vuelto madeja invisible,
así pues, incursiono en estos No dentro de un viaje psicópata
donde además de cobrarme
me obligan.

Se viene otro juicio, sin pruebas, sin testigos y con mucha impunidad. Somos siempre los mismos, y en cuanto a Repsol-YPF o quienes sean los responsables del asesinato de Ana Zerdán...mejor no hablar de ciertas cosas.

La Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió: http://www.csjn.gov.ar/expcon/documentos/cfal3/ver_fallos.jsp

 Caso Zerdán, un poco de historia:


Cuenta mi historia que el día 18 de septiembre de 1999, mi vida cambió para siempre. Ese día, en Cipolletti, provincia de Río Negro mataron a Ana Zerdán, pareja de mi padre, Juan Carlos Aguirre. Desde entonces pasó de todo, ya lo he contado antes, estuve preso por mas de 3 años, y hace mas de 3 años que firmo en el Patronato de Liberados de la ciudad de Buenos Aires, ya que no puedo salir del país. Fui llevado a juicio (duró 3 meses) y declarado inocente, sin embargo, 13 años después del asesinato de Ana, quieren llevarnos a juicio nuevamente. Mi padre es el otro imputado de la causa
Por eso, desde hace 3 años, el viaje en Oniriciclos a través de las Américas vive en espera continua. Aquí algunas consideraciones, escritas en mi otra página, mi otra vida sin el bello rodar de mis amados Oniriciclos,

jueves, 4 de octubre de 2012

Nota en canal 10


Aquì un fragmento de la nota que realizara mientras me presentaba públicamente en la puerta de Tribunales de la ciudad de Cipolletti, para escuchar y dialogar con todo aquel interesado en el asesinato de Ana Zerdàn

http://www.canal10.gov.ar/web/?p=14235

martes, 25 de septiembre de 2012

El acusado en el Puente TV




Dìas atràs el puente TV me invitò a una entrevista acerca de los 13 años del asesinato de Ana. Aquì el enlace de la nota.
http://www.elpuentenoticias.com.ar/index.php?%2Fprograma%2F484%2Fvideo%2F5018

Gracias por el tiempo y la invitaciòn, Pura Vida!

martes, 18 de septiembre de 2012

Bienvenidos a las certezas


8.41 AM -Mañana-

Me encuentro frente a los Tribunales de la ciudad de Cipolletti, en la esquina de calles España y Urquiza
Hoy, 18 de septiembre de 2012 se cumplen 13 años del impune asesinato de Ana Zerdán
Estoy aquí para dialogar con quien quiera acercarse.

"NO MATÉ A ANA ZERDÁN" es mi verdad y mi descargo. Acepto críticas, preguntas, sugerencias, protestas, apoyo u oprobios.

11.23AM
Estoy aquí para responder, pues nada tengo que ocultar.
Vino el periodismo (radio-tv-diarios). Algunas personas se acercaron y otras pasaron de largo; se nota aquí, al igual que en muchas ciudades de Argentina como tantas tristezas se desintegran al grito de "Justicia, Justicia!, pidiendo al abstracto soluciones.
Las marchas en pos de un reclamo justo movilizan, suscitan una emoción y un reclamo, aunque de la misma forma pueden impugnar intentos. Hoy las marchas y protestas son tan habituales como el almuerzo.
Ya lo dijo fulano de Tal: "Toda protesta nace del hartazgo al que somos sometidos cuando las autoridades gustan de jugar al hombre invisible"
Los visos a las soluciones son caminos que llevan su tiempo, no por nada la máxima que se le dice a un preso o a un enfermo es "hay que esperar", pero claro, la Libertad no espera, sino que ES, para algunos sí y para nosotros, como muchos, no.
Un periodista me preguntó:"Por qué surge esta inédita protesta?"
Le respondí "Bueno, es sencillo, soy un acusado que no tiene nada que ocultar, soy un acusado declarado inocente en el juicio que puede sentarse a hablar con quien sea. Soy un acusado que invita a los fiscales, jueces, abogados querellantes, peritos, estudiantes, ciudadanos, etc...a debatir, donde, cuando y como quieran".


Supongo que es díficil acercarse a un desconocido que porta un cartel que dice "No maté a Ana Zerdán", así también, es inversamente proporcional como el tiempo borra la memoria del dolor ajeno.
-¿Cómo hacer llegar a todos los oídos de la ciudad lo que nunca se ha investigado?
-¿Porqué nadie eleva este desatino de años en donde el Juez de instrucción Juan Torres, nunca realizó pesquisas sobre las otras dos líneas de investigación?
Más aún, en nuestras dos primeras faltas de mérito(2001-2004), la Cámara Segunda de Gneral Roca le aconseja y lo intima a este juez a que nos siga investigando, pero que también intensifique las indagaciones acerca de las otras dos pistas:

-Los análisis que Ana realizaba desde el año 98 sobre la contaminación en sangre de varios habitantes de Añelo
-La posibre relación amorosa que Ana mantendría por esos años con una mujer (esto figura en expediente, no es ningún invento de quien escribe)


 6.34 PM (Plaza San Martín)
Lo que digo es: hubiesen investigado y agotado cada pista!, pero no. Incluso en juicio uno de los investigadores declara que el juez Torres trabajó bajo la forma de testigo encubierto, por lo cual, quienes investigaban muchas veces recibieron órdenes de pesquisas y demás por parte del juez, sin que éste les especificara el cómo, cuando, quién y porqué habría hecho llegar tal información.
"Ibamos a ciegas" declaró en juicio uno de los policías partícipes de tal investigación

Me pregunto: ¿Cómo plantear una lucha tan desigual?, lucha donde uno nunca asciende del "che pibe" de oficina, que trasladado al ámbito jurídico bien puede aplicarse al "chivo expiatorio".

Es constante, Donde el miedo manda, la Abulia triunfa.

Tal vez lo mas desalentador que me toque vivir por siempre, sea que, haya otro juicio o no en nuestra contra, seamos declarados inocentes o culpables en ese (por ahora) hipotético segundo juicio, Ana Zerdán, no descansará jamás en paz, porque Nosotros no matamos a Ana Zerdán

11.59PM. No recibí ni huevazos, ni insultos, ni tomatazos
                 Sí recibí el apoyo de unas cuantas personas que repitieron una frase:"Esto es una verguenza"


jueves, 13 de septiembre de 2012

Encuentro en los 13 años sin Ana


 

Ana Zerdán Bioquímica asesinada en Cipolletti en sep/99
El Martes 18 de septiembre desde las 8 horas estaré frente a los Tribunales orales de la ciudad,  calles España y Urquiza. Desde  las 18 horas estaré en la plaza San Martín (España e Yrigoyen,  para quien quiera acercarse.

              
Usted sabía que..
¿En los 13 años que han pasado no hubo ninguna prueba directa ni objetiva que nos incriminara? 

¿Que ya se realizó un juicio y fuimos declarados inocentes?

¿Que ningún testigo ubicó al padre y al hijo en el lugar del hecho a la hora del crimen?

¿Que Juan Carlos Aguirre nunca se casó con Ana Zerdán y que por lo tanto nunca podría heredarla?, ¿y que a pesar de ello los dos fuimos acusados de asesinarla para que yo obtuviese, algo?

¿Que pasamos 3 años detenidos, y además desde hace tres años firmamos todas las semanas en el juzgado de Cipoletti y no podemos salir del país?

¿Que dos testigos declararon y nombraron a 3 personas (no nos incluyen) como posibles asesinos?.¿Y que el juez primario de la causa, Juan Torres nunca los investigó?

¿Que el fiscal y el abogado querellante no se pusieron de acuerdo en la hora aproximada en que mataron a Ana?

¿Que quieren llevarnos a juicio nuevamente, y otra vez sin ninguna prueba?
¿Que la prueba científica que sirvió para acusar a J.C.Aguirre y jodernos durante 15 fue desacreditada en el juicio?, y peor aún:
¿que esa huella nunca fue identificada y podría ser la del verdadero asesino de Ana?


                       Juan Manuel Aguirre Taboada 


sábado, 1 de septiembre de 2012

Los Perros, o de como el Karma le dio una sonrisa a Ana


Hace 21 días caminaba con Florencia, nuestra hermosa abuela salchicha, por la plaza central de Cipolletti. Desde hace 14 años, esta plaza se ha ido poblando de tristezas; poblada de carteles y stenciles que nos hablan de todas las mujeres asesinadas en la ciudad en los últimos 15 años
Basta de Femicidios!
Basta de matar mujeres!
El mástil del centro de la plaza está atacado por la palabra de la comunidad: nuestra exigencia como seres humanos a vivir sin violencia.
Me cuenta Camille que junto a nuestra buena amiga Elisa ha leído en un estudio reciente: La primer ciudad de América en donde en promedio se han cometido mas asesinatos de mujeres es ciudad Juárez, México (frontera con Estados Unidos)
La segunda es Cipolletti, Río Negro.
Casi en el vértice de la plaza, delimitado por las calle Gral Roca, (cuando cambiáremos ese nombre?) y Miguel Muñoz, se encuentra este cartel:


Entonces llegamos hasta allí con Flor y una hermosa sorpresa:  Justo debajo del cartel de Ana, APRA Cipolletti organiza los fines de semana su espacio de información y adopción para animales abandonados y maltratados.
Aquel que no conoció a Ana, ignorará el amor que ella sentía por los animales. Desde que la conocí y hasta su asesinato recojimos junto a ella muchos muchos! perros y gatos heridos, abandonados y muertos; montones de cachorros librados a su suerte. En su casa hubo muchísimos con hospedaje transitorio de salvataje y unos 9 o 10 de forma permanente. Ella siempre les cocinaba en la noche, antes de dormir; es bonito recordarlo.



Esta Asociación Protectora de Animales de Cipolletti espera nuestras visitas, ayuda e información
en http://www.derechoanimal.com.ar/APRA/  o,
 http://www.facebook.com/apra.cipolletti

Gracias y Pura Vida!

Juan Manuel Aguirre Taboada


lunes, 14 de mayo de 2012

en la sexta audiencia se presentaron el ex-socio de Ana en el laboratorio y otro investigador de la causa


Testigo: Roberto de la Vega, bioquímico.Ex socio y amigo de Ana Zerdán.

Tuvo palabras sentidas para con su amiga, su labor profesional y la gran labor que desempeñaron frente al laboratorio que compartieron durante 20 años.

Dijo que Juan Carlos Aguirre lo llamó entre la 5 y 5,30 de la madrugada y mientras éste le comunicaba lo sucedido describió la voz de Aguirre como acongojada, triste, con sensación de llanto. Luego llamó al policlínico pidiendo atención urgente para el laboratorio, donde le dijeron que enviarían un enfermero. A llegar (15 minutos después) encuentra a J. C. Aguirre en la recepción quien le expresa “la mataron”, agrega que encuentra a mi padre acongojado, “quebrado”, de la misma manera que cuando minutos antes hablaron por teléfono. No puede acercarse ya que en el lugar había dos policías y un enfermero, por lo cual y a pedido de mi padre regresa a la casa de Ana por las pastillas que éste debía tomar. Cuando regresa J. C. Aguirre ya había sido trasladado a la comisaría Cuarta. Luego de esto intentó reingresar al laboratorio pero personal policial que se encontraba trabajando allí le niega tal cosa. Luego de todo esto me llama a mi celular para darme la noticia.

Por ese tiempo llevaba dos meses trabajando en San Patricio del Chañar, debido a que en el laboratorio había disminuido el trabajo, aclara que ésta situación era general a todos los laboratorios ya que las mutuales con las que trabajaban estaban bastante atrasadas en los pagos y el colegio de bioquímicos no podía hacer los cobros respectivos.

Ese día regresa de El Chañar a las 16 horas y se dirige al ADOS (Neuquén) donde se desempeña en guardia pasiva, alrededor de las 20- 20.30 horas llega a su casa en taxi y le llama la atención ver prendidas las luces del living de la casa de Ana, ya que era habitual que permanecieran prendidas las de la cocina. Debido a ello me llama para consultarme al respecto y yo le expresó que estuve ahí y que fui yo quien prendió tales luces. Luego vuelven a llamarlo de ADOS y regresa a Neuquén. Alrededor de la 1- 1.30 de la madrugada regresa a su casa (lindante con la de Ana) y ve el peugeot 405 de J. C. Aguirre estacionado en la puerta y la luz de la cocina encendida. Antes, al pasar por el laboratorio no ve el auto de Ana, y comenta que generalmente observa el laboratorio pues ya habían entrado a robar en 2 o 3 oportunidades.

Con respecto a Ana cuenta que “era de carácter fuerte, por sus ideales”, que respetaba los derechos de los demás, y “que tenía un corazón bárbaro”.

Que según él, la relación entre Ana y J. C. Aguirre era normal, con problemas como todas las parejas. Acotó que él, su familia, Ana, mi padre y yo compartimos un viaje a las Grutas, y que por otra parte ambas parejas habrían efectuado algún otro viaje. Dijo que las relaciones entre nuestras familias eran buenas, y las mías con sus hijos, también.

Dijo “se trataban con lo justo”, refiriéndose a la relación de Ana y quien escribe, y agregó que era una relación de respeto. Ana no estaba de acuerdo en que yo no trabajase, y que hubiese empezado una carrera y la dejase. (Ana, hoy me doy cuenta cuanta razón tenías)

  • Indicó que era poco usual que al salir con Juan Carlos Aguirre, éste manejara, algunas veces quizá, pero las menos. También agregó que Ana no le prestaba en demasía el auto, ni a él, ni a mi padre, ni a mí, ni a nadie en general.
  • Ana había empezado a estacionar el auto sobre Brentana, desde el momento que tras un accidente (1997)ocurrido en la calle San Martín, un transeúnte había sido atropellado por un automóvil, chocando también algunos autos estacionados frente al laboratorio.
    También agregó que Ana no era de salir sola, ni tampoco de regresar muy tarde a su casa (no más allá de las 12 de la noche)
  • Señaló también que aunque concurría gente a buscarla, ella siempre se iba en su coche, debido a que luego se daba una vuelta por Espacio (complejo de Fútbol 5)
  • Dijo que Ana le compró la parte del fútbol 5 a J. C. Aguirre, debido a que éste y Barceló (socio) no se llevaban nada bien
  • Con respecto a la llave del Laboratorio explicó que la puerta de entrada poseía 2 cerraduras Acytra y una que venía con la puerta propiamente dicha, y que sólo él y Zerdán poseían las 3 llaves en cuestión. Elcira, la señora de la limpieza, sólo poseía la llave del medio. No conoce otro duplicado de éstas llaves.
  • Mencionó que la llave del laboratorio que Ana poseía, nunca apareció, y que las llaves del auto tenían un llavero con el escudo del colegio de bioquímicos.
  • Detalló con pormenores las ventanas del laboratorio, haciendo énfasis en el peso de la persiana por la cual se supuso en un primer momento que el asesinato podría haber sido fruto de un robo. Contó que los robos habían sucedido por el patio que da a la construcción que se levantaba en la parte trasera del laboratorio y por encima de éste. Expresó que todas las ventanas tenían trabas (producto de los citados hurtos), pero que a la persiana que se encontró abierta generalmente no se le ponían tales seguros debido a su excesivo peso, y a la imposibilidad por parte de la señora de limpieza para poder levantarla.
    Dijo que los tubos de oxígeno se guardaban en el gabinete que se encontraba donde ellos se colocaban los delantales de trabajo
  • Expresó que según el descuento por planilla, Ana poseía un seguro de vida del colegio de bioquímicos y otro por su jubilación, aunque no pudo precisar quien cobró dichos seguros. Tampoco recuerda sabe quien cobró esos seguros, de haberlos cobrado alguien. Aunque si afirmó que los bienes de Ana fueron cobrados por la familia Zerdán.
    También señaló que Ana estaba contenta porque había terminado de pagar las cuotas de su auto.
  • Con respecto a los gastos apuntó que Ana pagaba las cuotas del banco hipotecario y también que le pagaba a Julia Pylquimán, quien desempeñaba tareas de limpieza en la casa. Y que J. C. Aguirre pagaba las cuentas de teléfono y que se dividían los gastos de alimentos y otros.
Al respecto sobre los análisis de sangre acerca de la contaminación expresó:
  • Que se hicieron análisis de sangre por contaminación de metales pesados, pero que no contaban con los medios adecuados para su análisis por lo cual los remitían al laboratorio IACA de la ciudad de Bahía Blanca, y que luego esto se los reenviaron, por lo cual ellos pudieron constatar los resultados asentándolos en un cuaderno.
  • No recuerda el tiempo en que hicieron los análisis, pero recuerda que los valores de los análisis no le parecieron fuera de lo normal.
  • No recuerda a Max Araneda Y Nora Apablazza, se enteró de ellos por los diarios. Testigo
Testigo: Filomera Jorquera Jonquera
Empleada de limpieza en el laboratorio.
Trabajó 18 años en el laboratorio.

Dijo:
  • Ese viernes fue a trabajar desde las 14 a 16 horas.
  • Ese día limpió los dos baños y limpió la tapa de la mochila del inodoro.
  • J.C. Aguirre pasaba a saludar a Ana dos veces por semana aproximadamente.
  • Nunca vio a Juan Manuel Aguirre Taboada en el laboratorio.
  • Había que levantar la tapa del inodoro del baño del fondo pues no funcionaba.
  • No recuerda las llaves, ella sólo tenía una.
  • Recuerda que en general la ventana en cuestión estaba cerrada.
  • Expresó que Ana era ordenada con sus cosas.
  • Ana nunca le hizo comentarios acerca de su pareja.
Testigo Analía Ida Ricardo viuda de Lapuente.
Domiciliada en Brentana 110. Empleada. Amiga de Ana.
  • Conocía a J.C. Aguirre y quien escribe sólo de vista.
  • Esa mañana estuvo con Ana alrededor de las 9- 10 horas. Juntas cuidaban una gatita que vivía en el baldío lindante con su casa. Esa noche vio el auto de Ana estacionado frente a su casa a entre las 20 y 21 horas, luego a la 1 de la mañana corroboró que el auto de la bioquímica, seguía en el mismo lugar. Ana vestía ese día pollera negra y cancanes rojos.
  • Ana le comentó que cada vez trabajaba más, pues el dinero no le alcanzaba.
Testigo Oficial Principal Jorge Alejandro Platino
Trabajó durante un mes en la causa, empezó a trabajar en ésta 3 o 4 días después de ocurrido el crimen.

  • Dijo que lo más llamativo fueron las distintas líneas investigativas que surgieron y que no llegaban a nada.
  • En general expresó, con gran locuacidad pero lleno de palabras vagas, que a medida que se investigaba aparecía líneas sin sustento, y que en definitiva la única que siempre perduraba era la que giraba en torno a mi padre y a mí.
  • Según él, una gran cantidad de indicios nos cercaban como los principales sospechosos, al ser preguntado sobre en que tipo de pistas se apoyaba para tal afirmación respondió con evasivas.
  • Criticó el sistema implementado por esos años, por medio del cual los testigos declaraban bajo identidad reservada, es decir, ante el juez Juan Torres. De hecho, desconoce la existencia de las actas de identidad reservada. Luego, Juan Torres los orientaba en cuanto a las pesquisas a seguir. Es llamativo entonces que sostuviera que la única línea fehaciente era la nuestra ya que a las otras jamás las conoció realmente.
  • Según el oficial, Ana Zerdán solventó una deuda por 4000 pesos, que el señor Juan Carlos Aguirre habría tenido.
  • Una tal señora Rodríguez le habría dicho que Ana le consultó acerca que si en caso de fallecer, Juan Carlos Aguirre heredaría sus bienes. Este dato es difícil de interpretar ya que no era un secreto que Ana le habría manifestado a muchos allegados sus deseos de legarle sus bienes a una de sus sobrinas. 
  • Según él agotaron las otras “líneas” que a nada llegaban.
  • Fueron hasta Cutral Có para hablar con “la famosa mujer rubia”, Ema Singer, a quien tuvieron que “convencer” que declaren ya que su cónyuge, de profesión abogado, se oponía. Me llamó la atención que contara todo esto como un gran esfuerzo, al fin y al cabo éste era su trabajo y es lo que le corresponde hacer.
  • Luego recibieron un llamado telefónico anónimo sobre un indicio que los acercaría a delincuentes locales. Al ser consultado sobre esto evadió la respuesta.
  • Acerca que se vio a Ana en el Casino el oficial se apersonó en éste para observar los videos de seguridad del día del asesinato a fines de establecer correlación, pero que no observó nada en particular
  • Sobre la afirmación de Carlos Máximo Zárate acerca que habría visto a Ana en el boliche bailable “Laberinto”, el oficial Platino dijo que consultó a un mozo, quien le refirió haber atendido a la “famosa mujer rubia”, pero que ésta no se hallaba con Ana Zerdán, y que él se acordaría bien ya que conocía a Ana de tiempo atrás, pues ésta le habría hecho análisis tiempo atrás.
  • No averiguó si Ana iba a “Faunus”, aunque si afirmó que mi padre y yo si lo hacíamos.
  • Preguntado acerca si el se encargó de dicha averiguación, respondió que no. O sea.
    Tampoco fue él quien habló con el travesti “Marcela”, ni recuerda quien lo hizo, como así tampoco se habló en las periódicas reuniones de la brigada acerca de éste testimonio.
  • Tampoco investigo sobre la línea de un cargamento de drogas.
  • Tampoco investigó la línea del taxista que llevaba al NN que tenía sus manos ensangrentadas.
  • Tampoco recuerda haber hecho un procedimiento para en el la estación de peaje a fines de observar las grabaciones para constatar mi coartada.
  • Dijo, como los otros “investigadores “de la causa, que realizaban reuniones periódicas en las que intercambiaban información. Entonces, ¿cómo puede ser que no supo ni recuerde nada de las otras líneas investigativas?, por mínimas que fuesen debería haber tenido algún conocimiento.
  • Al oficial Platino le consta que “gente de la política” llevaba testigos.
  • Preguntado por el Tribunal acerca de los investigadores más activos éste nombró a Uribe, Sánchez, Ferreira, Llanquinao, Becerra, y él mismo, como así también al jefe de zona Comisario César Ávila.
  • Por último el tribunal le preguntó: ¿A algunos de ustedes le dio por pensar sobre las sospechas más firmes?, a lo que respondió:” Habíamos reunido INDICIOS, y además e

viernes, 11 de mayo de 2012

"El investigador de la causa"

Testigo: Sargento Osvaldo Sanchez.

Formaba parte de la brigada de investigaciones de Cipolletti, de reciente creación por esos años.
Trabajó más de un año en la causa.

Su primera hipótesis fue un robo, luego notó que era una simulación de tal ilícito.
En principio hubo varias líneas investigativas, ya que se habría visto a Ana en diversos lugares la noche de su asesinato.
La idea personal del Sargento es que la mataron en el laboratorio para que diga o haga algo, pero no pudo establecer para qué fines.

Él se encargó de las averiguaciones de nuestras coartadas.

  • Sobre mí, declaró que en el Hipermercado "La anónima", ubicado en Neuquén Capita, Nadie me vió, o nos vio, a Nancy Salinas y al que suscribe.
  • Por otra parte interrogó a algunos choferes de las empresas de transportes entre las ciudades de Neuquén y Cipolletti acerca de mi traslado hacia Neuquén y el regreso junto a Nancy en dichos buses. Tampoco nadie nos vio. Se le preguntó si habría mostrado a los choferes alguna fotografía o recorte de diario donde hubiese una foto mía. Dijo que sólo preguntó en base a mis señas particulares y la vestimenta que yo había declarado llevar ese día, es decir, que preguntó por un joven de entre 18 y 25 años, pelo corto y saco de vestir, camisa y corbata, viajando en una hora pico entre dos ciudades densamente pobladas, sin exponer ninguna fotografía orientadora. Y que le llamó la atención porque generalmente en su experiencia un joven así vestido se trasladaría en taxi "para no arrugar la ropa". Ante la pregunta del tribunal sobre la cantidad de gente que se traslada entre ambas ciudades a una hora pico como esa (20 hs. aproximadamente), dio la explicación que por esa época los taxis de la ciudad de Cipolletti tenían una oferta de $2,50 por viaje. Lo cual explicaría su hipótesis.

  • Consultado acerca del viaje realizado por Nancy Salinas a la ciudad de la La Plata, dijo que le pareció extraño que ella viajara justo al otro día del asesinato y "que no le parecía un viaje programado", pero preguntado por el tribunal acerca de si había averiguado si la srta. Salinas había comprado el pasaje con anterioridad o en el día, respondió que desconocía ese dato, o mejor dicho, que nadie lo chequeó.
  • Dijo que el horario especificado por el portero del edificio "Cipolletti" en el cual yo vivía, no coincidía con los horarios aportados por quien suscribe y Nancy Salinas. Pero luego preguntado por el dr. Larrea, dijo que no recordaba los horarios que el portero había mencionado.
  • Afirmó que yo entregué las llaves del auto de Ana, pero que no le quedó bien en claro de dónde habían salido dichas llaves.
       Con respecto a Juan Carlos Aguirre dijo:
  • Que éste adeudaba algunas rifas, y que no se pagó un vehículo de uno de los trabajos realizados por el acusado.
  • Que el metre de la parrilla donde Juan Carlos Aguirre habría cenado negó haberlo visto la noche del asesinato, para esto Sanchez se ayudó de una difusa foto de archivo de diario en la que ambos estaríamos entrando en dependencias judiciales. Aunque se le recordó que consta en el expediente la factura del restaurante donde mi padre cenó, dijo desconocer tal documento, a pesar de que intercambiaba información con los otros investigadores (seis policías más).
  • Preguntado acerca si conocía las "deudas" de mi padre, dijo que "todas eran por montos grandes", pero no podía precisar los valores.
Al igual que Uribe, también manifestó una "selectiva" memoria.

TODO LO QUE NO RECORDABA, O NO INVESTIGÓPreguntado acerca de Rolando Montes dijo:
  • Que es un puntero político y ambulanciero. Nunca investigó lo sucedido entre R. Montes y la testigo Irrazabal. Irrazabal le habría expresado a montes "viste la macana que se mandaron esos tipos con Ana", y raíz de esa expresión hubo un diálogo sustancioso entre ambos, que luego negaron en un careo. Luego de que el careo no llegara a buen puerto, el Juez Juan Torres deshechó esa línea investigativa y nunca más la retomó (¿por qué?).
  • Acerca de Contreras dijo que se lo demoró en base a los dichos de Montes, además Contreras era ampliamente conocido en el ámbito policial ya que se lo había investigado en once robos con arma y sólo se le había comprobado uno.
  • El Sargento Sanchez no creyó necesario ahondar en este hombre ya que "de haberse mandado una macana así alguien como Contreras se hubiera ido de la zona". Su "amplia experiencia policial" así lo indica.
  • Dijo que investigó la pista en la que se habría visto a Ana en el conocido boliche bailable "Laberinto" la noche de su asesinato, pero que nadie pudo confirmar tales dichos. Parece que el Sargento Sanchez desconoce el testimonial de Carlos Zárate, quien dijo haber visto a la dra. Zerdán en el citado establecimiento.
  • Dijo no recordar al taxista que me trasladó junto a la srta. Nancy Salinas a la casa de ésta, la noche del asesinato. Y luego confundió a este taxista con aquel otro chofer que declaró que transportaba a un pasajero con las manos ensangrentadas. Hablaba del primer taxista como si se tratase del segundo, confundiéndolo todo.
  • Tampoco recordó un testimonio del sr. Ramirez, alias "Marcela", conocido travesti de la zona, quien habría hecho alusión a un comentario sobre un cargamento de drogas.
¿Este hombre investigó la causa?

domingo, 29 de abril de 2012

dictamen absolutorio del 13 de mayo de 2008

Aqui anexamos algunos parrafos significativos de nuestra absolucion


13/5/2008  Los Drs. Guillermo Baquero Lazcano (presidente), Pablo Repetto y César Gutiérrez Elcarás (vocales), jueces de la Cámara en lo Criminal Segunda de Cipolletti, nos absuelven de delito de homicidio calificado por alevosía.
Cito dos de las últimas páginas del dictamen:
“Advirtiendo que nos existe una sola prueba de cargo, que no hay un indicio que permita sostener de un modo serio y concluyente la acusación, debemos efectuar una crítica a este árido proceso.
A lo largo de esta desprolija investigación hemos tenido la sensación, incluso durante el debate, que para los acusados no regía garantía  constitucional de presunción de inocencia. Desde el inicio mismo de la causa, se sentó sospechas en Juan Carlos Aguirre y también en su hijo Juan Manuel Aguirre. En el caso del primero, hemos visto como desde el laboratorio fue llevado en patrullero a la Comisaría Cuarta en calidad de demorado y allí estuvo hasta la seis de la tarde de se día 18 de septiembre de 1999.
Si existían dudas para los preventores e incluso para el mismo Juez de instrucción respecto del carácter que tenías que tener esta demora entre comillas, debieron  fundar la actuación en el arresto del art. 262 del CPP. En ese primer momento no estaba claro para los investigadores si Juan Carlos Aguirre era testigo o imputado. Sólo basta  recordar lo dicho en el juicio por el médico policial Dr. Schoua cuando aludiera que ya en el lugar del crimen, la gente afuera comentaba que el autor había sido el marido. Este rumor se tuvo en cuenta, como también algunos detalles advertidos por los policías Becerra o Barreiro que tornaban prudente el traslado de Juan Carlos Aguirre a la Comisaría para que brindara mayores precisiones sobre lo ocurrido. Pero esto no es lo grave, sino el modo en que sucedió la investigación y la sustanciación del proceso.
Juan Carlos Aguirre ese mismo día prestó declaración bajo juramento de ley, es decir como testigo. Estro es criticable, porque si estaba en duda su participación o no en el hecho, hubiera sido acorde a derecho recibirle una declaración explicativa a tenor del art.61 del CPP última hipótesis. No se puede desconocer que en este tipo de hechos delictivos los primeros  en ser investigados ante la ausencia de otras pruebas, son los integrantes del círculo familiar, amigos, etc. Este era el caso y así debió procederse pero respetando la normativa procesal. Lo cierto es que a partir de una declaración bajo juramento, Juan Carlos Aguirre fue cuestionado por sus propios dichos, dirigiéndose buena parte de la investigación policial y judicial a demostrar que estaba mintiendo.
Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, quien junto con su padre fueron investigados desde el origen mismo del sumario y no obstante ello fueron prestando declaraciones como testigos una y otra vez hasta que ya imputados formalmente fueron encarcelados. Todo esto fue irregular. No resulta acorde a derecho que a quien declara como testigo, se le allane la vivienda o inmediatamente se orden judicialmente la intervención de sus teléfonos sin su anuencia.
No se discute la facultad del Juez de Instrucción para allanar garantías constitucionales, pero esta actividad probatoria, debe hacerse respetando el debido proceso y el principio de inviolabilidad de la defensa en juicio. Decimos esto y lo reiteramos, porque a un imputado no de lo constriñe para que declare en contra de si mismo (art. 18 CN). Sus dichos bajo juramento de ley no deben ser utilizados en desmedro de su derecho a guardar silencio e incluso a mentir. No tiene por objeto estas valoraciones impugnar lo actuado pero si alertar sobre estas falencias. El juicio se hizo, urgía poner fin al proceso, buscar la verdad sobre los dos acusados, y lo que sí notamos en su desarrollo es que no hubo ninguna prueba directa, ni objetiva que incriminara a Juan Carlos Aguirre  y a Juan Manuel Aguirre Taboada.
La prueba científica, la que a su turno dio pie para acusar a Juan Carlos, en el debate quedo añicos. Aquella huella de la tapa de la mochila, hoy se sabe no era de aquél, y lo que es preocupante, podría corresponder a la del asesino.
Ningún testigo ubicó al padre y al hijo en el lugar del hecho a la hora del crimen. La prueba indiciaria invocada por los acusadores adolece de defectos lógicos, y su único sostén se centra en una supuesta mala justificación de los Aguirre. En pocas palabras para la fiscalía y el querellante, los computados no han probado ser inocentes y por lo tanto piden sus condenas.
Diremos que la verdad es otra e irrefutable: no se ha probado en el juicio que Juan Carlos Aguirre y Juan Manuel Aguirre hallan cometido el homicidio de Ana Zerdán. El debate por muchos momentos giró en una suerte de indagación sobe la moralidad de Juan Carlos Aguirre, pero no debe perderse de vista que el juicio criminal no tiene por objeto condenar al inmoral sino a quien ha cometido un delito. Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, a quien se tildó de violento,  se lo acusó de haberle pegado a su padre, de haber tenido serios problemas de convivencia con Ana Zerdán e incluso con su progenitor. Ahora bien, estos calificativos, estos indicios como señalaran los acusadores, son desde nuestra óptica insuficientes y han merecido la crítica correspondiente en el presente decisorio. Estos son indicios de personalidad, pero no de hechos.
Resulta útil traer a esta sentencia dos párrafos de un fallo citado por Clariá Olmedo en derecho procesal penal T.III, pág.267, publicada en el boletín judicial de Córdoba, T.XXI,p.144 en el que se lee:”Toda condena penal debe basarse en pruebas legales, en cuyo defecto los jueces no deben ceder a la tentación de valerse del imputado como medio de prueba, por grave que sea el hecho o vehemente las sospechas en su contra. La ley procesal y las ciencias técnicas auxiliares de la investigación permiten utilizar una amplia variedad de elementos objetivos de convección que lógicamente encuadrados podrán fundar luego una legítima declaración  de certeza sobre la existencia de los hechos y sobre la participación de los imputados. Pero cuando la prueba falta o es insuficiente, el derecho positivo no pide más a los jueces y es de derecho positivo absolver…” 


Para ver el fallo completo
http://www.google.com.ar/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=4&ved=0CD4QFjAD&url=http%3A%2F%2Fwww.rocadigital.com.ar%2Fadjuntos%2Ffallo_caso_zerdan_7583a.doc&ei=_DWeT6yROonK9gSsh8jtDg&usg=AFQjCNEeqAKSbyRkA51QiCZn891vcfSMsw&sig2=a6Ia1njGXGYrwa1PUQjQAQ

martes, 24 de abril de 2012

13 años despuès

Trece años despuès Ana no descansa en paz; mi padre y yo seguimos siendo los ùnicos incriminados en una causa que deriva desde el primer día: nadie quiso investigar lo que Ana estudiaba: la contaminación de las aguas del Rìo Limay, a la altura del pueblo de Añelo.

Video resumen de la causa(2012)

Carta abierta a la Corte Suprema de Justicia de la Nación




                                     Buenos Aires, miércoles 11 de abril de 2012

Señores Ministros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.

De mi mayor consideración:

Mi nombre es Juan Manuel Aguirre Taboada, tengo 36 años y junto a mi padre he sido sospechoso, acusado, procesado, encarcelado y enjuiciado por el asesinato de Ana Zerdán, ocurrido el 17 de septiembre de 1999 en el laboratorio bioquímico que poseía en Cipolletti, prov. de Río Negro
Mi padre, Juan Carlos Aguirre, era su pareja, nunca formalizaron su relación en un registro civil, ni tuvieron hijos en común.
Por la presente me dirijo a ustedes, ya que en estos momentos la causa jurídica que engloba dicho crimen, se encuentra bajo vuestra órbita, causa n° 25232/11- expediente 1326/2011
Les escribo esta carta ya que, según lo informado en una de las Secretarías y por una acordada del año 2004, los Ministros de la corte no pueden brindar audiencias privadas a una de las partes de una causa que se encuentra bajo su órbita. Cuando efectué el pedido fue a efectos de darle mi presencia y mi voz a un nombre mas en una causa (mas) que la CSJN debe tratar a diario.
Entonces, agotado este plazo, doy lugar a esta carta, pues más allá de la estrategia planteada junto a mi abogado defensor, creo necesario expresar mi pensamiento como uno de los damnificados de esta diatriba jurídica en la que me encuentro.
Haré un breve racconto de lo sucedido en estos últimos 13 años.

18/9/1999 Asesinato de la bioquímica Ana Zerdán. En la madrugada Juan Carlos Aguirre encuentra su cuerpo en el laboratorio.
Toma intervención el juez Juan Torres, del juzgado número 8 de la ciudad de Gral. Roca.
28/12/2000 Detención de Juan Carlos Aguirre y Juan M. Aguirre Taboada acusados del crimen. Se presenta como prueba una huella dactilar encontrada en el laboratorio que en principio pertenecería a J.C.Aguirre. En mi contra no se presenta ninguna prueba real. En este caso mi propia hipótesis se basa en la necesidad, de parte del juez Torres y el abogado querellante Oscar Pandolfi, en poner a otro sospechoso en la escena del crimen otro sospechoso que pudiera cometer el crimen, esto se debería a la imposibilidad física de mi padre de cometer el hecho, debido a su primera intervención quirúrgica realizada en el año 1992 por la cual le aplicaron 3 by pass coronarios. En el 2001 y luego de su primera detención, Juan C. Aguirre volvió a ser intervenido quirúrgicamente, en este caso se le aplicaron otros 2 by pass coronarios y una válvula aórtica.
Cabe aclarar que la investigación es llevada adelante por la recién formada Brigada de investigaciones de la ciudad de Cipolletti, que es en este caso donde hace su primera participación.
19/1/2001  Obtengo la libertad por falta de mérito dictada por la Cámara Primera del crimen en Gral. Roca. Se dicta el procesamiento y prisión preventiva de mi padre, Juan Carlos Aguirre.
18/2/2001 Se otorga la libertad a Juan Carlos Aguirre por falta de mérito dictada por la  Cámara Criminal Primera de Gral. Roca. En ambos dictámenes la Cámara le aconseja al juez de la causa que incluya las otras líneas de investigación en sus pesquisas:
-Los análisis de sangre que la Dra. Zerdán realizaba a algunos habitantes de Añelo, prov. De Neuquén (los cuales arrojaron significativas cantidades de metales pesados como plomo, cadmio y mercurio, derivados estos de los hidrocarburos, en el cuerpo de dichos habitantes. Esto sería resultante de la contaminación de las napas acuíferas de la zona debido a una infiltración química en el gasoducto Loma la Lata, propiedad de Repsol-YPF).
-Las otra pista sugieren una relación sentimental entre Ana Zerdán y una mujer del cual se desconoce su nombre pero que si descripta por dos testigos de la causa.
20/10/2002 Los periodistas Silvia Núñez y Marcelo Castro del diario “La Mañana del Sur” editan una investigación basada en la hipótesis que vincula el asesinato de la Dra. Zerdán, el triple crimen del laboratorio bioquímico Lacyb(*). y los estudios que ambas profesionales realizaron en los habitantes de Añelo acerca de la contaminación descripta anteriormente.

  • el 23/5/2002 en dicho laboratorio fueron asesinadas la bioquímica Mónica García, la psicóloga Carmen Marcovecchio y la paciente Alejandra Carbajales; los habitantes de Añelo, el pueblo más afectado por la contaminación antes referida, siguieron llevándonos sus estudios hasta abril de ese año.

Cito este suceso pues ha estado bajo vuestra órbita 2 años atrás. En este caso, el sospechoso David Sandoval fue declarado inocente en un primer juicio y culpable en un segundo debate, condenado a cadena puerta, posteriormente los magistrados que tienen en sus manos esta carta, definieron el caso a favor del imputado, quien ha quedado libre de culpa y cargo.
Publicado por diario “La mañana del Sur” el 20/10/2002
20/3/2004 Juan Carlos Aguirre es detenido nuevamente por el asesinato de A. Zerdán
23/3/2004 Yo, Juan Manuel Aguirre Taboada, nuevamente me pongo a disposición de la  justicia presentándome en el Juzgado n 8, a cargo del juez Juan Torres, en la ciudad de Gral. Roca, acusado de asesinar a Ana Zerdán.
13/5/2004  Obtenemos la libertad nuevamente por falta de mérito dictada por la Cámara Criminal Primera de Gral. Roca, bajo una nueva conformación de magistrados. Se apercibe al juez Torres por no iniciar las pesquisas de las otras dos líneas de investigación y se lo insta que así lo haga. Al respecto de tal decisión se expresaron los magistrados de la Cámara. Con respecto a la huella que habría incriminado a J.C.Aguirre, dijo el juez Carlos Gauna Krueger:
hasta el momento no se ha logrado demostrar científicamente que el rastro papilar de Juan Carlos Aguirre estuviera impreso sobre sangre de la víctima”, luego agregó en sus conclusiones: “el juez de instrucción Juan Torres ha concentrado su atención exclusivamente sobre la posible autoría del ex concubino de la víctima y de su hijo, desdeñando otras líneas investigativas
Así, el camarista resaltó las recomendaciones que anteriormente (en la primera falta de mérito) había realizado la jueza Flora Susana Díaz. En otra parte de sus conclusiones, el camarista Gauna Krueger agrega:”Voy a volver a repetir para que no se argumenten olvidos. Se descuidaron aportes probatorios concordantes, que nos ponen de relieve la doble vida de la Dra. Zerdán, quien concurriría a un boliche de Cipolletti, caracterizado porque en él se reúne la comunidad homosexual de la zona, acudiendo tanto lesbianas como travestis, transexuales y gays. En esta línea de investigación, se omitió llamar a prestar declaración testimonial a aquellas mujeres que fueron vista e individualizadas por los testigos de las fotografías que se les exhibieron como acompañantes de Ana Zerdán
Díaz y Krueger también coincidieron en sus respectivos fallos en que esta pesquisa debió agotarse completando los datos que quedaron pendientes y que marcan la existencia de otras líneas investigativas.
Con respecto a que el crimen haya tenido una motivación económica, la Cámara entendió que “tiene poco que ver con el perfil de un homicidio como el que tenemos en estudio: fría y cruelmente ejecutado, con un a víctima minuciosamente reducida y atada, con las prendas interiores desacomodadas, con una lesión vulvar, con un modo homicida que tiene todas las características de una verdadera ejecución , en el cual el o los homicidas tienen que haber tenido tiempo para reflexionar que, si de testamentos o contratos se trataba, tras el homicidio todas las pretensiones quedarían en la nada
15/05/2004 Dos días después de nuestra liberación, el intendente de Cipolletti, Alberto Weretilneck (vicegobernador electo de Río Negro y actual gobernador en funciones debido al reciente deceso del electo Gob. Carlos Soria), el Concejo deliberante y amigas de Ana Zerdán convocan a una reunión para solicitar a los tres poderes provinciales y la comisión de Seguridad Provincia, que impulsen la intervención del Colegio de la Magistratura, “con el objeto de que proceda a revisar la actuación de los jueces integrante de la Cámara Criminal Primera de Gral. Roca.
9/12/2004 TSJ Recurso de casación presentado por el abogado querellante ante l Tribunal Superior de Justicia de Río Negro, conformado por los jueces (Balladini-Lutz(disidencia)-Maturana-subrogante) quiénes anulan la falta de mérito resuelta por la Cámara Criminal Primera de Gral. Roca el 13/5/2004..
11/3/2005 Recurso extraordinario federal interpuesto por el abogado defensor Dr.Tejeda ante el Tribunal Superior de Justicia de Río Negro, Dres. Balladini-Lutz-Maturana (subrogante). El recurso es denegado.
18/4/2005 por tercera vez el juez Juan Torres dicta nuestra orden de captura por el asesinato de Ana Zerdán.
11/5/2005 Juan Carlos Aguirre es internado en un sanatorio privado debido a su dolencia cardíaca; desde entonces se le otorgará el beneficio de detención domiciliaria hasta el fin del juicio de la causa, el 13/05/2008.
2/6/2006  Soy detenido en el aeropuerto de Barajas, Madrid. Al día siguiente firmo mi aceptación para ser extraditado a la brevedad en Argentina.
Quiero aclarar que durante el año que meses que transcurre desde el pedido de detención hasta el momento de mi tercer arresto, viajo a través de América, de manera independiente, haciendo autostop, trabajando ocasionalmente en los países visitados y escribiendo mis experiencias al respecto. Atravieso las pasos migratorios de Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua y Honduras con mi propio pasaporte, el cual aún tengo en mi poder y donde se encuentran los sellos correspondientes a lo que aquí sostengo. Así también soy detenido en Madrid pues semanas antes decido, intercambiando correos electrónicos con un buen amigo que se encontraba en Dharmasala (India), sumarme a su viaje; esto es atravesar viajando a dedo, Turquía, Irak, Irán, Afganistán y Paquistan para al fin sumarme a su peregrinaje en India y luego juntos viajar por Tibet, sur de China y sudeste asiático.
13/6/2006 Soy trasladado a la Argentina y detenido en la alcaidía de Gral. Roca, mismo lugar de mis anteriores detenciones.
Año 2007 Se constituyen las Cámaras Criminales de Cipolletti y el edificio de Tribunales de la ciudad. Posteriormente nuestra causa es elevada a juicio por la Cámara en lo Criminal Segunda de Cipolletti.
17/09/2007 Debido a la parcialidad que observo de parte de los medio mas influyente de la zona con respecto al caso (Diario Río Negro), y ayudado técnicamente por dos amigos, empiezo mi propia defensa de índole digital, por medio de una página web en donde escribo habitualmente mi opinión al respecto. Luego, durante el juicio fui corresponsal de mi propio caso.

6/2/2008 Empieza el juicio en el que se decide nuestra inocencia o culpabilidad en el asesinato de Ana Zerdán. Somos representados por el Dr. Jorge Larrea (Q.E.P.D)
13/5/2008  Los Drs. Guillermo Baquero Lazcano (presidente), Pablo Repetto y César Gutiérrez Elcarás (vocales), jueces de la Cámara en lo Criminal Segunda de Cipolletti, nos absuelven de delito de homicidio calificado por alevosía.
Cito dos de las últimas páginas del dictamen:
“Advirtiendo que nos existe una sola prueba de cargo, que no hay un indicio que permita sostener de un modo serio y concluyente la acusación, debemos efectuar una crítica a este árido proceso.
A lo largo de esta desprolija investigación hemos tenido la sensación, incluso durante el debate, que para los acusados no regía garantía  constitucional de presunción de inocencia. Desde el inicio mismo de la causa, se sentó sospechas en Juan Carlos Aguirre y también en su hijo Juan Manuel Aguirre. En el caso del primero, hemos visto como desde el laboratorio fue llevado en patrullero a la Comisaría Cuarta en calidad de demorado y allí estuvo hasta la seis de la tarde de se día 18 de septiembre de 1999.
Si existían dudas para los preventores e incluso para el mismo Juez de instrucción respecto del carácter que tenías que tener esta demora entre comillas, debieron  fundar la actuación en el arresto del art. 262 del CPP. En ese primer momento no estaba claro para los investigadores si Juan Carlos Aguirre era testigo o imputado. Sólo basta  recordar lo dicho en el juicio por el médico policial Dr. Schoua cuando aludiera que ya en el lugar del crimen, la gente afuera comentaba que el autor había sido el marido. Este rumor se tuvo en cuenta, como también algunos detalles advertidos por los policías Becerra o Barreiro que tornaban prudente el traslado de Juan Carlos Aguirre a la Comisaría para que brindara mayores precisiones sobre lo ocurrido. Pero esto no es lo grave, sino el modo en que sucedió la investigación y la sustanciación del proceso.
Juan Carlos Aguirre ese mismo día prestó declaración bajo juramento de ley, es decir como testigo. Estro es criticable, porque si estaba en duda su participación o no en el hecho, hubiera sido acorde a derecho recibirle una declaración explicativa a tenor del art.61 del CPP última hipótesis. No se puede desconocer que en este tipo de hechos delictivos los primeros  en ser investigados ante la ausencia de otras pruebas, son los integrantes del círculo familiar, amigos, etc. Este era el caso y así debió procederse pero respetando la normativa procesal. Lo cierto es que a partir de una declaración bajo juramento, Juan Carlos Aguirre fue cuestionado por sus propios dichos, dirigiéndose buena parte de la investigación policial y judicial a demostrar que estaba mintiendo.
Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, quien junto con su padre fueron investigados desde el origen mismo del sumario y no obstante ello fueron prestando declaraciones como testigos una y otra vez hasta que ya imputados formalmente fueron encarcelados. Todo esto fue irregular. No resulta acorde a derecho que a quien declara como testigo, se le allane la vivienda o inmediatamente se orden judicialmente la intervención de sus teléfonos sin su anuencia.
No se discute la facultad del Juez de Instrucción para allanar garantías constitucionales, pero esta actividad probatoria, debe hacerse respetando el debido proceso y el principio de inviolabilidad de la defensa en juicio. Decimos esto y lo reiteramos, porque a un imputado no de lo constriñe para que declare en contra de si mismo (art. 18 CN). Sus dichos bajo juramento de ley no deben ser utilizados en desmedro de su derecho a guardar silencio e incluso a mentir. No tiene por objeto estas valoraciones impugnar lo actuado pero si alertar sobre estas falencias. El juicio se hizo, urgía poner fin al proceso, buscar la verdad sobre los dos acusados, y lo que sí notamos en su desarrollo es que no hubo ninguna prueba directa, ni objetiva que incriminara a Juan Carlos Aguirre  y a Juan Manuel Aguirre Taboada.
La prueba científica, la que a su turno dio pie para acusar a Juan Carlos, en el debate quedo añicos. Aquella huella de la tapa de la mochila, hoy se sabe no era de aquél, y lo que es preocupante, podría corresponder a la del asesino.
Ningún testigo ubicó al padre y al hijo en el lugar del hecho a la hora del crimen. La prueba indiciaria invocada por los acusadores adolece de defectos lógicos, y su único sostén se centra en una supuesta mala justificación de los Aguirre. En pocas palabras para la fiscalía y el querellante, los computados no han probado ser inocentes y por lo tanto piden sus condenas.
Diremos que la verdad es otra e irrefutable: no se ha probado en el juicio que Juan Carlos Aguirre y Juan Manuel Aguirre hallan cometido el homicidio de Ana Zerdán. El debate por muchos momentos giró en una suerte de indagación sobe la moralidad de Juan Carlos Aguirre, pero no debe perderse de vista que el juicio criminal no tiene por objeto condenar al inmoral sino a quien ha cometido un delito. Otro tanto ocurrió con Juan Manuel Aguirre, a quien se tildó de violento,  se lo acusó de haberle pegado a su padre, de haber tenido serios problemas de convivencia con Ana Zerdán e incluso con su progenitor. Ahora bien, estos calificativos, estos indicios como señalaran los acusadores, son desde nuestra óptica insuficientes y han merecido la crítica correspondiente en el presente decisorio. Estos son indicios de personalidad, pero no de hechos.
Resulta útil traer a esta sentencia dos párrafos de un fallo citado por Clariá Olmedo en derecho procesal penal T.III, pág.267, publicada en el boletín judicial de Córdoba, T.XXI,p.144 en el que se lee:”Toda condena penal debe basarse en pruebas legales, en cuyo defecto los jueces no deben ceder a la tentación de valerse del imputado como medio de prueba, por grave que sea el hecho o vehemente las sospechas en su contra. La ley procesal y las ciencias técnicas auxiliares de la investigación permiten utilizar una amplia variedad de elementos objetivos de convección que lógicamente encuadrados podrán fundar luego una legítima declaración  de certeza sobre la existencia de los hechos y sobre la participación de los imputados. Pero cuando la prueba falta o es insuficiente, el derecho positivo no pide más a los jueces y es de derecho positivo absolver…”
Luego del dictamen, mi padre, quien pocas veces habló públicamente dijo” Hubo justicia para nosotros, ahora queremos justicia para Ana Zerdán”

9/06/2009 El Tribunal Superior de Justicia de Río Negro (actuante en esta causa por cuarta vez), revoca la sentencia absolutoria dictada el 13/05/2008. Jueces actuantes, Dres. Balladini-Lutz-Maturana
Aquí podemos leer como fue el asesinato según el Dr. Balladini, http://www1.rionegro.com.ar/diario/2009/06/10/1244602009132.php. Según tal descripción, presumimos citar al Dr. Balladini como testigo en un hipotético segundo juicio, ya que según sus palabras parece haber sido testigo ocular del hecho.
7/10/2009 Nuestro abogado defensor presenta recurso ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
1/06/2010 La CSJN desestima el recurso.

27/10/2010 La Cámara en lo Criminal Segunda no hace lugar al planteo de sobreseimiento definitivo presentado por nuestro abogado defensor, Dr. Ricardo Cancela
7/10/2011  El Tribunal Superior de Justicia de Río Negro declara formalmente inadmisible el recurso presentado por nuestro abogado defensor, Dr. Ricardo Cancela
15/12/2011
En base a una presentación de nuestro abogado defensor ingresamos bajo vuestra orbita.
                                      ***

Los enlaces periodísticos y/o alusiones políticas planteadas en esta misiva no buscan demostrar nuestra “inocencia” basados en este rejunte de datos, sino que han sido sumados a efectos de mostrar la misma cantidad de “indicios” en cuanto a la pista Repsol-YPF, y a los cuales el juez originario de la causa Dr. Juan Torres, hubiese podido prestar debida atención. Este hecho le fue advertido en dos ocasiones por la Cámara Primera del Crimen de Gral. Roca.

Fuera del carácter informativo de esta carta, y dejando de lado la imparcialidad con la que intento pensar la misma causa penal que me acucia, quiero decir algo:
A lo largo de mi vida he sido un desinteresado habitante en cuanto a la búsqueda de una Argentina justa. Nacido y criado en una clase media amplia y de multiformes intereses, decidí navegar en mi pecera; esto es mis intereses centrados en lo privativo a mi existencia. Por entonces, no sabía que lo años en prisión me llevarían a la misma situación.
No fueron mis padres ni mis amigos quienes decidieron mi unitarismo, incluso muchas veces tuve la fortuna de conocer al argentino solidario del cual alardea el otro argentino vanidoso y egoísta que vive todo por la tele, y sólo a través de ella.
Si participé anónimamente en las marchas habituales de los jubilados frente al congreso, algunas otras por la educación pública y las manifestaciones por el esclarecimiento del primer Triple crimen de Cipolletti, pero como dije antes, en forma anónima. Y es mi pensar que esto último supone el coqueteo con la irresponsabilidad civil que me cabe como ciudadano en cuanto a los intereses sociales. Un nunca apostar a pleno, el eterno ida y vuelta de ¿compro o no compro dólares?
“No poner el hombro”, al decir argentino.
No me generan orgullo estás últimas líneas pero aceptar la responsabilidad de lo sí cometido me propone al diálogo interno en la cocina del pensamiento.
Por años cometí “olvidicidio”, omitiendo preocuparme por el medio que me rodea, el vecino, el otro, el mismo.
Al fin, con la muerte de Ana, percibí el daño irreparable que un hecho de extrema violencia causa en uno. El violento asesinato de Ana, la impotencia por su no esclarecimiento y las posteriores detenciones que viví junto a mi padre, cimentaron un despertar que mi ordinaria vida desconocía; así vinieron mas de 2 años de cárcel entre las 3 detenciones que padecí, un juicio de 3 meses, más de 120 testigos, un dictamen. Así viví lo tremendamente laborioso que es pensar en la propia defensa pasando de una vida anónima y civil, a la irreparable fama de transformarme públicamente en un sospechoso latente.
Los años como habitante de esta república me han demostrado que para la opinión pública (esa arma invisiblemente pensada y ejecutada por los medios) suele pesar más la necesidad inmediata de encontrar un culpable, que el necesario e incisivo análisis de las divisiones jurídicas e investigativas citadas a tal efecto, en pos de encontrar a los culpables.
Recordemos a Gastón Zárate. Este albañil fue detenido el 9/02/2007 acusado de cometer el  asesinato de Nora Dalmasso el día 25/11/2006. Horas más tarde, 3000 personas realizaron la “Marcha del Perejilazo” exigiendo la liberación de Zárate frente a la comisaría donde éste se hallaba demorado. Horas después fue liberado. ¿Cuántos indicios hicieron falta para detenerlo, y que inmediatamente después no resistieron el análisis de la acusación? Quiérase o no, cuando la opinión pública juega factor preponderante e indicativo a favor o en contra del Fulano de turno, algo se termina perdiendo en el concepto implícito de justicia, pues esto fuerza y segrega con mayor inquina  a la figura decisiva, esencial e imparcial del juez o jueces actuantes.
Así, en este caso, la posterior y casi inmediata liberación de Fulano de Zárate, desnudó una fractura expuesta de larga data: la relación entre los ciudadanos y el poder judicial.
El ciudadano promedio participa sólo ocasionalmente del ámbito jurídico, en el cual entra y sale como en el baño de un avión: difícilmente. Todo es inhóspito a los ojos de habitantes sin formación legal y/o desconocimiento de leyes y derechos civiles, aun cuando el conocimiento de estas normas empiece por la responsabilidad individual que como ciudadanos portamos al aceptar el sistema republicano.
Luego de trece años siendo parte involuntaria de la historia penal argentina, puede decir que me siento como en ese lavatorio en el avión: estoy encerrado en un pequeño espacio donde se me permite hacer mis necesidades y poco más (me permito decir esto como ex preso), pero la situación es incómoda y al salir percibo que el viaje está escrito, y poco hay que pueda hacer para cambiar el estado de las cosas.
Como lo hecho en todos estos años, les escribo en mi defensa, haciendo oír mi voz y recordando que Ana Zerdán, no descansa en paz.
Si han llegado hasta aquí, les agradezco plenamente la lectura de mi carta.

                          Juan Manuel Aguirre Taboada                                                                       
                                    D.N.I 24.595.244