Testigo: Enrique Gutiérrez.
Empleado Policial
Estaba en servicio el viernes 17 de septiembre. Ante un aviso del comando se acercan al laboratorio con el sargento Becerra y el agente Escobar. Llegan a eso de las 4.30-5 de la madrigada. Encuentran a Juan Carlos, a quien lo encuentra en mal estado, en la recepción. Aguirre les indica donde estaba el cuerpo de Ana. Se acercan junto a Becerra hasta 1.50-2 metros de distancia. Observa el torso y las piernas descubiertas, pero no ve ataduras. Aunque no toca el cuerpo ni lo destapa. Luego llegaron más policías y el perito Schoua. Una hora después (5.30-6 horas) desde que él ha llegado, trasladan a mi padre a la comisaría cuarta, dejando al agente Escobar en el lugar. Nunca, mientras él está allí, ve a Schoua hablar con Aguirre.
Cuando termina su horario laboral regresa a Cervantes, 20 minutos después un móvil lo va a buscar y el oficial Ferreira le toma declaración en la recién creada casa de policía judicial, cita en el parque meteorológico de Cipolletti.
El caso de Ana Zerdán es el primero que la comisión investigativa tiene a su cargo.
Testigo: José. F. Becerra.
47 años. Sargento Ayudante de la policía de Río Negro.
Participa de la recorrida con Gutiérrez Y Escobar en móvil de la comisaría cuarta. Llegan al laboratorio entre 5.30-5.45. Juan Carlos Aguirre se encuentra ahí y le dice:” ahí esta, mire como me la dejaron, pase”. El lugar estaba oscuro, en penumbras, saca la linterna e ilumina un bulto sobre un charco de sangre, tapado. Desde la posición en que observa nota los pies de Ana, pero no se acerca más ni toca nada, Aguirre dice:”por ahí entraron o salieron”, aludiendo a la ventana abierta, entonces se dirige al patio interno para inspeccionarlo. Luego sale del laboratorio y se encuentra con el enfermero, quien le manifiesta que vino porque recibieron un llamado en el policlínico sobre una teórica descompostura de Ana. Justificando así la silla de ruedas que al momento portaba. Entonces lo toma como testigo.
Hoy declara que J.C. Aguirre le hace referencia una ventana más, pero en su primera declaración expresa que a la pasada se había percatado de la ventana abierta, entonces si ahora dice que Juan Carlos Aguirre le hizo referencia,¿porqué en su primera declaración tan cercana en el tiempo al hecho no se acordó de ese detalle?
Hoy también agregó que mientras hacían sus rondas vehiculares en el centro, al pasar 20 minutos antes por el laboratorio, se percata que el auto de Juan Carlos Aguirre ya estaba estacionado en la puerta del lugar del hecho. Veinte minutos luego, hacen su arribo y el posterior hallazgo. Pero en su primera declaración no recuerda haber visto el peugeot 405 bordó, sino recién en el momento de estacionar detrás de éste en el laboratorio.
El defensor Jorge Larrea se reserva por el artículo 326 a la denuncia por falso testimonio.
Testigo: Rosario Moll.
Escribana. Argentina. Ahijada de Ana Zerdán.
Al enterarse se dirigió con su madre a la comisaría cuarta (11 de la mañana) y permaneció un buen rato junto a Juan Carlos Aguirre para consolarlo. Al llegar lo notó angustiado, sollozaba, “una angustia controlada, se preguntaba si habría hecho feliz a Ana”. Luego le contó su periplo de esa noche (Roca-Allen-Neuquén-casa-durmió- 4.30 de despertó y se asustó que Ana no hubiera llegado-fue al laboratorio de Ana-vio el cuerpo con el tapado encima), también le dijo que al tomar el picaporte y ver que estaba abierto a esa hora, pensó lo peor. La policía preguntó por la llave para requisar el auto y J.C.A dijo que no la tenía, pero que había un juego de esa llave, luego llegué yo y dije “yo tengo la llave”. No prestó atención si volví a salir. Para ser más específica dice que entiende un juego de llaves como un original, una sola llave. Sin embargo no recuerda a quien entregué las llaves y desconoce sobre allanamiento alguno proferido a la casa de Ana.
Luego cuenta que el 18 de septiembre estuvo con nosotros en la recepción del cuerpo, y que al volver en su auto, mi padre y yo nos enfrascamos en una charla sobre River y Boca, “y eso me llamó la atención, me pareció fuera de contexto”.
También cuenta que el martes 21 invitaron a comer a los hermanos de Ana, a nosotros, y su padre hizo un asado, y según ella nosotros hablábamos de cualquier cosa menos de lo de Ana, que preguntábamos por el barrio.
Ahora bien, si el 28 de septiembre (10 días después del crimen) hizo una declaración, ¿porqué no contó éstas dos últimas anécdotas?, y aunque ahora igual lo es, ese era el momento más importante.
Luego de ese martes 21 se enteraron por boca de Susana Grisanti de Pereira, que J.C. Aguirre tenía una amante.
Con respecto a mí, dijo que yo le comenté que quería irme a vivir a Costa Rica, “al final acá pasan cosas feas como en las ciudades grandes”, parece que dije yo.
Nota del relator: No es animosidad con la señora Moll, pero uno ya se espera los golpes desde cualquier lado, por eso el “parece”
No conocía la relación económica entre Ana Zerdán y Juan Carlos Director.
Acerca del desalojo de la casa de Ana dijo que duró como dos años y la venta de la casa un año antes. El primer apoderado fue Fernando Lizaso y el segundo su marido. Que le pagaban a Pilquiman con el alquiler que cobraban al local pequeño que se encontraba al lado del laboratorio y del cual Ana también era propietaria.
Nota del Editor: ¿Cómo, no era que eso lo había pagado Mirta Zerdán?
Preguntada sobre si puede dar fe que el desahucio (desalojo) existió, respondió que no lo sabe. Ejem… disculpen…
Tampoco tuvo conocimiento de la reunión que tiempo después de muerta Ana, tuvo lugar en la casa de Juan Carlos Pereyra y Susana Grisanti, en la que se dialogó con el Secretario de gobierno de la provincia de Río Negro, en ese entonces el Sr. Fabio Rey. Encuentro al cual, entre tantos consternados, mi padre y yo asistimos.
Al finalizar, la señora Rosario Moll dijo unas sentidas palabras sobre Ana, fuera de testimonial: “Ana amaba a las plantas, los perros, las cosas sencillas, y creo que Ana merece justicia”
Entonces ya fuera de debate un miembro del tribunal le preguntó:” ¿Qué es para usted justicia?”. –“Encontrar a quien la mató”- contestó ella y agregó,-“averiguar sobre acciones colaterales de otras personas con respecto al caso”-.
El mismo juez dijo:”Que cualquiera que tenga algún dato lo aporte para clarificar ésta causa”
Testigo: Marta Cranzi.
Abogada. Amiga de Ana.
Se entera del asesinato por la radio. A eso de las 12 del mediodía se acerca a la comisaría cuarta, en ella se encontraban Juan Carlos Aguirre, Rosario Moll, Juan Carlos Pereyra, un matrimonio al que no reconoció, entre otros allegados.
Encontró a Juan Carlos Aguirre “realmente muy compungido” Ante la repregunta de la querella ahondó en su descripción:”Escuché que sollozaba y me pareció espontáneo.”
Mientras estaban allí, Juan Carlos Aguirre le contó lo que había hecho la noche anterior, incluso sacó un papel blanco de su saco y le dijo que aún tenía la boleta de donde había cenado.
Con respecto a la llave cuenta que un policía ingresa en la oficina donde estaban todos y pregunta por las llaves. J.C. Aguirre dijo que no tenía nada, pero yo sí. Mostré un manojo de llaves y dije que tenía un duplicado. Pero no puede decir si yo ya las llevaba en mi poder o las había ido a buscar a la casa. Tampoco sabía acerca de un allanamiento, lo supo luego (días después).
Al citársele su primera declaración, cercana en el tiempo al hecho, la ratificó. Esta dice: “En un momento dado, personal policial le pregunta si tenía alguna llave o duplicado del auto de ella (por Ana), a lo que respondió (J.C. Aguirre) que no tenía nada, al rato llegó Juan Manuel y manifestó que había un duplicado de las llaves en la casa”
Por otro lado no sabe si el juez se había hecho presente, ni vio a Hugo Medina en la comisaría.
Dijo que mi relación con Ana no era buena, que ella discutía con mi padre porque yo no estudiaba ni trabajaba y encima mi padre me daba dinero. Y recuerda que Ana siempre terminaba diciendo: “Pero yo no sé, nunca tuve hijos”
Ana le comentó que la situación económica era difícil y que algunas veces tenía que ayudar a Juan Carlos Aguirre.
Con respecto a Espacio Fútbol 5 no sabe cuanto dinero puso mi padre y sí que Ana le cedió el departamento en pago por su parte, debido a un problema entre Barceló y nosotros dos.
Nota del relator: Vale aclararlo de una vez, yo Juan Manuel Aguirre Taboada me hago responsable de lo que digo: Mi padre se separó de la sociedad porque jamás recibió un peso desde que se inauguró el complejo, cabe decir que desde su apertura Juan Manuel Barceló manejo la caja.
Era normal que Ana se quedase a dormir en la caca del Lago Pellegrini, propiedad de Susana Grisanti y Juan Carlos Pereyra.
Ella no cree que Ana tuviese horarios regulares pues era de mucha actividad solidaria y social y participaba de múltiples compromisos, a veces 3 o 4 en el mismo día. Pero claro, no conoce los horarios que en una pareja se establecen y que les compete solo a los mismos.
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