Testigo: Roberto de la Vega, bioquímico.Ex socio y amigo de Ana Zerdán.
Tuvo palabras sentidas para con su amiga, su labor profesional y la gran labor que desempeñaron frente al laboratorio que compartieron durante 20 años.
Dijo que Juan Carlos Aguirre lo llamó entre la 5 y 5,30 de la madrugada y mientras éste le comunicaba lo sucedido describió la voz de Aguirre como acongojada, triste, con sensación de llanto. Luego llamó al policlínico pidiendo atención urgente para el laboratorio, donde le dijeron que enviarían un enfermero. A llegar (15 minutos después) encuentra a J. C. Aguirre en la recepción quien le expresa “la mataron”, agrega que encuentra a mi padre acongojado, “quebrado”, de la misma manera que cuando minutos antes hablaron por teléfono. No puede acercarse ya que en el lugar había dos policías y un enfermero, por lo cual y a pedido de mi padre regresa a la casa de Ana por las pastillas que éste debía tomar. Cuando regresa J. C. Aguirre ya había sido trasladado a la comisaría Cuarta. Luego de esto intentó reingresar al laboratorio pero personal policial que se encontraba trabajando allí le niega tal cosa. Luego de todo esto me llama a mi celular para darme la noticia.
Por ese tiempo llevaba dos meses trabajando en San Patricio del Chañar, debido a que en el laboratorio había disminuido el trabajo, aclara que ésta situación era general a todos los laboratorios ya que las mutuales con las que trabajaban estaban bastante atrasadas en los pagos y el colegio de bioquímicos no podía hacer los cobros respectivos.
Ese día regresa de El Chañar a las 16 horas y se dirige al ADOS (Neuquén) donde se desempeña en guardia pasiva, alrededor de las 20- 20.30 horas llega a su casa en taxi y le llama la atención ver prendidas las luces del living de la casa de Ana, ya que era habitual que permanecieran prendidas las de la cocina. Debido a ello me llama para consultarme al respecto y yo le expresó que estuve ahí y que fui yo quien prendió tales luces. Luego vuelven a llamarlo de ADOS y regresa a Neuquén. Alrededor de la 1- 1.30 de la madrugada regresa a su casa (lindante con la de Ana) y ve el peugeot 405 de J. C. Aguirre estacionado en la puerta y la luz de la cocina encendida. Antes, al pasar por el laboratorio no ve el auto de Ana, y comenta que generalmente observa el laboratorio pues ya habían entrado a robar en 2 o 3 oportunidades.
Con respecto a Ana cuenta que “era de carácter fuerte, por sus ideales”, que respetaba los derechos de los demás, y “que tenía un corazón bárbaro”.
Que según él, la relación entre Ana y J. C. Aguirre era normal, con problemas como todas las parejas. Acotó que él, su familia, Ana, mi padre y yo compartimos un viaje a las Grutas, y que por otra parte ambas parejas habrían efectuado algún otro viaje. Dijo que las relaciones entre nuestras familias eran buenas, y las mías con sus hijos, también.
Dijo “se trataban con lo justo”, refiriéndose a la relación de Ana y quien escribe, y agregó que era una relación de respeto. Ana no estaba de acuerdo en que yo no trabajase, y que hubiese empezado una carrera y la dejase. (Ana, hoy me doy cuenta cuanta razón tenías)
Indicó que era poco usual que al salir con Juan Carlos Aguirre, éste manejara, algunas veces quizá, pero las menos. También agregó que Ana no le prestaba en demasía el auto, ni a él, ni a mi padre, ni a mí, ni a nadie en general.- Ana había empezado a estacionar el auto sobre Brentana, desde el momento que tras un accidente (1997)ocurrido en la calle San Martín, un transeúnte había sido atropellado por un automóvil, chocando también algunos autos estacionados frente al laboratorio.
También agregó que Ana no era de salir sola, ni tampoco de regresar muy tarde a su casa (no más allá de las 12 de la noche) - Señaló también que aunque concurría gente a buscarla, ella siempre se iba en su coche, debido a que luego se daba una vuelta por Espacio (complejo de Fútbol 5)
- Dijo que Ana le compró la parte del fútbol 5 a J. C. Aguirre, debido a que éste y Barceló (socio) no se llevaban nada bien
- Con respecto a la llave del Laboratorio explicó que la puerta de entrada poseía 2 cerraduras Acytra y una que venía con la puerta propiamente dicha, y que sólo él y Zerdán poseían las 3 llaves en cuestión. Elcira, la señora de la limpieza, sólo poseía la llave del medio. No conoce otro duplicado de éstas llaves.
- Mencionó que la llave del laboratorio que Ana poseía, nunca apareció, y que las llaves del auto tenían un llavero con el escudo del colegio de bioquímicos.
- Detalló con pormenores las ventanas del laboratorio, haciendo énfasis en el peso de la persiana por la cual se supuso en un primer momento que el asesinato podría haber sido fruto de un robo. Contó que los robos habían sucedido por el patio que da a la construcción que se levantaba en la parte trasera del laboratorio y por encima de éste. Expresó que todas las ventanas tenían trabas (producto de los citados hurtos), pero que a la persiana que se encontró abierta generalmente no se le ponían tales seguros debido a su excesivo peso, y a la imposibilidad por parte de la señora de limpieza para poder levantarla.
Dijo que los tubos de oxígeno se guardaban en el gabinete que se encontraba donde ellos se colocaban los delantales de trabajo - Expresó que según el descuento por planilla, Ana poseía un seguro de vida del colegio de bioquímicos y otro por su jubilación, aunque no pudo precisar quien cobró dichos seguros. Tampoco recuerda sabe quien cobró esos seguros, de haberlos cobrado alguien. Aunque si afirmó que los bienes de Ana fueron cobrados por la familia Zerdán.
También señaló que Ana estaba contenta porque había terminado de pagar las cuotas de su auto. - Con respecto a los gastos apuntó que Ana pagaba las cuotas del banco hipotecario y también que le pagaba a Julia Pylquimán, quien desempeñaba tareas de limpieza en la casa. Y que J. C. Aguirre pagaba las cuentas de teléfono y que se dividían los gastos de alimentos y otros.
- Que se hicieron análisis de sangre por contaminación de metales pesados, pero que no contaban con los medios adecuados para su análisis por lo cual los remitían al laboratorio IACA de la ciudad de Bahía Blanca, y que luego esto se los reenviaron, por lo cual ellos pudieron constatar los resultados asentándolos en un cuaderno.
- No recuerda el tiempo en que hicieron los análisis, pero recuerda que los valores de los análisis no le parecieron fuera de lo normal.
- No recuerda a Max Araneda Y Nora Apablazza, se enteró de ellos por los diarios. Testigo
Empleada de limpieza en el laboratorio.
Trabajó 18 años en el laboratorio.
Dijo:
- Ese viernes fue a trabajar desde las 14 a 16 horas.
- Ese día limpió los dos baños y limpió la tapa de la mochila del inodoro.
- J.C. Aguirre pasaba a saludar a Ana dos veces por semana aproximadamente.
- Nunca vio a Juan Manuel Aguirre Taboada en el laboratorio.
- Había que levantar la tapa del inodoro del baño del fondo pues no funcionaba.
- No recuerda las llaves, ella sólo tenía una.
- Recuerda que en general la ventana en cuestión estaba cerrada.
- Expresó que Ana era ordenada con sus cosas.
- Ana nunca le hizo comentarios acerca de su pareja.
Domiciliada en Brentana 110. Empleada. Amiga de Ana.
- Conocía a J.C. Aguirre y quien escribe sólo de vista.
- Esa mañana estuvo con Ana alrededor de las 9- 10 horas. Juntas cuidaban una gatita que vivía en el baldío lindante con su casa. Esa noche vio el auto de Ana estacionado frente a su casa a entre las 20 y 21 horas, luego a la 1 de la mañana corroboró que el auto de la bioquímica, seguía en el mismo lugar. Ana vestía ese día pollera negra y cancanes rojos.
- Ana le comentó que cada vez trabajaba más, pues el dinero no le alcanzaba.
Trabajó durante un mes en la causa, empezó a trabajar en ésta 3 o 4 días después de ocurrido el crimen.
Dijo que lo más llamativo fueron las distintas líneas investigativas que surgieron y que no llegaban a nada.- En general expresó, con gran locuacidad pero lleno de palabras vagas, que a medida que se investigaba aparecía líneas sin sustento, y que en definitiva la única que siempre perduraba era la que giraba en torno a mi padre y a mí.
- Según él, una gran cantidad de indicios nos cercaban como los principales sospechosos, al ser preguntado sobre en que tipo de pistas se apoyaba para tal afirmación respondió con evasivas.
- Criticó el sistema implementado por esos años, por medio del cual los testigos declaraban bajo identidad reservada, es decir, ante el juez Juan Torres. De hecho, desconoce la existencia de las actas de identidad reservada. Luego, Juan Torres los orientaba en cuanto a las pesquisas a seguir. Es llamativo entonces que sostuviera que la única línea fehaciente era la nuestra ya que a las otras jamás las conoció realmente.
- Según el oficial, Ana Zerdán solventó una deuda por 4000 pesos, que el señor Juan Carlos Aguirre habría tenido.
- Una tal señora Rodríguez le habría dicho que Ana le consultó acerca que si en caso de fallecer, Juan Carlos Aguirre heredaría sus bienes. Este dato es difícil de interpretar ya que no era un secreto que Ana le habría manifestado a muchos allegados sus deseos de legarle sus bienes a una de sus sobrinas.
- Según él agotaron las otras “líneas” que a nada llegaban.
- Fueron hasta Cutral Có para hablar con “la famosa mujer rubia”, Ema Singer, a quien tuvieron que “convencer” que declaren ya que su cónyuge, de profesión abogado, se oponía. Me llamó la atención que contara todo esto como un gran esfuerzo, al fin y al cabo éste era su trabajo y es lo que le corresponde hacer.
- Luego recibieron un llamado telefónico anónimo sobre un indicio que los acercaría a delincuentes locales. Al ser consultado sobre esto evadió la respuesta.
- Acerca que se vio a Ana en el Casino el oficial se apersonó en éste para observar los videos de seguridad del día del asesinato a fines de establecer correlación, pero que no observó nada en particular
- Sobre la afirmación de Carlos Máximo Zárate acerca que habría visto a Ana en el boliche bailable “Laberinto”, el oficial Platino dijo que consultó a un mozo, quien le refirió haber atendido a la “famosa mujer rubia”, pero que ésta no se hallaba con Ana Zerdán, y que él se acordaría bien ya que conocía a Ana de tiempo atrás, pues ésta le habría hecho análisis tiempo atrás.
- No averiguó si Ana iba a “Faunus”, aunque si afirmó que mi padre y yo si lo hacíamos.
- Preguntado acerca si el se encargó de dicha averiguación, respondió que no. O sea.
Tampoco fue él quien habló con el travesti “Marcela”, ni recuerda quien lo hizo, como así tampoco se habló en las periódicas reuniones de la brigada acerca de éste testimonio. - Tampoco investigo sobre la línea de un cargamento de drogas.
- Tampoco investigó la línea del taxista que llevaba al NN que tenía sus manos ensangrentadas.
- Tampoco recuerda haber hecho un procedimiento para en el la estación de peaje a fines de observar las grabaciones para constatar mi coartada.
- Dijo, como los otros “investigadores “de la causa, que realizaban reuniones periódicas en las que intercambiaban información. Entonces, ¿cómo puede ser que no supo ni recuerde nada de las otras líneas investigativas?, por mínimas que fuesen debería haber tenido algún conocimiento.
- Al oficial Platino le consta que “gente de la política” llevaba testigos.
- Preguntado por el Tribunal acerca de los investigadores más activos éste nombró a Uribe, Sánchez, Ferreira, Llanquinao, Becerra, y él mismo, como así también al jefe de zona Comisario César Ávila.
- Por último el tribunal le preguntó: ¿A algunos de ustedes le dio por pensar sobre las sospechas más firmes?, a lo que respondió:” Habíamos reunido INDICIOS, y además e
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